HISTORIAS DE LOVE PARADE

A $ 300 LA PIZZA, "PROMOCION: LLEVE 3 POR $ 2000"





Víctor, Charly y Mangualy fueron a comer, visitaron varios lugares, pero los precios eran demasiados elevados, con lo cual decidieron buscar algún "Carrito Sanguchero" y comer cualquier porquería. Primero comieron unos completos, pero siguieron con hambre y comenzaron a buscar algún carrito que vendiese pizzas, Mangualy irradiaba felicidad y estaba más divertido que nunca, hueviaba a todo el mundo.
El precio de las pizzas históricamente ha sido $300 con la espectacular promoción 2 por $500, pero al verlos tan bellos, todos los vendedores de pizzas obviaron esta promoción (Los querían puro cagar), luego de regatear y no conseguir lo esperado, tuvieron que hacer la inversión, y gastar la suma de $900 para comprar, como Víctor estaba tan contento, se rajó con las pizzas y le pasó dos lucas a Charly (su felicidad aún no está claro). Mangualy estaba muy divertido y empezó a molestar a la persona que les estaba vendiendo la pizza pidiéndole que por favor accediera a venderles las pizzas con descuento, al ver la rotunda negativa, empezó con una de las rutinas más estúpidas de que se tenga memoria y comenzó a decirle a esta señora que le vendiera tres pizzas por dos lucas, lo repitió como 12 veces, se lo gritaba en la cara, más encima se reía extremadamente fuerte.
Charly ya había pagado las tres pizzas con el billete de $2000 y esperaba tranquilamente el vuelto, al ver que ya todos tenían las pizzas en sus manos y notar que no había una muestra concreta para entregarle el vuelto, preguntó que pasaba con el vuelto, la sorpresa fue gigante cuando esta señora dijo que no existía vuelto, pues ella había accedido a la petición de Mangualy, dejándoles amablemente las tres pizzas por dos lucas, pues justo en ese momento las había subido a 700 y el precio real era 2100 así que prácticamente deberían darle las gracias.
Inmediatamente la sonrisa de Mangualy desapareció y comenzó a discutir con esta señora (ella estaba acompañada por una niña, que claramente miraba a Charly con ojos de deseo), Mangualy le dijo que era una vieja ladrona, y ella dijo que no, pues el precio de su “merca” ella lo determinaba, luego Mangualy atacó más brutalmente y la trató de rasca y flaite, ante lo que la vieja lo ignoró, Charly y Víctor sólo eran espectadores, no entendían concretamente lo que pasaba, de hecho ni siquiera habían probado las pizzas, Mangualy ofreció devolverlas y sólo pagar la que él se había comido, cuando de pronto llegó otra persona, se llevó el carro mientras las otras dos personas se iban con ella(eran todas amigas).
Mangualy desesperado continuaba gritando cosas, como: “vieja flaite”, “Rasca”, “ladrona”, “Maraca” y el más fino de todas, “viejas culias”, ante lo que una de ellas respondió: “Culias, pero no por voh REHUEON”.
Luego de este triste episodio los tres se sentaron en la cuneta sin conversar nada, pues ninguno de ellos entendía lo que había pasado, después de unos pocos minutos se acercó otra señora involucrada en el rubro (también vendía pizzas) y les refregó en la cara que eran unos rehueones, que por qué no le habían comprado a ella, que los habían cagado tres viejas hueonas y puras cosas de ese calibre, luego de esto los tres comenzaron a reír y no podían dejar de hacerlo, Mangualy lo veía como una más de sus gracias y se podría decir que hasta casi se sentía orgulloso.
Era tarde y debían ir a sus casas, Mientras caminaban Víctor y Charly continuaban riendo, Mangualy comenzó a enojarse y ya no reía tan eufórico como al principio, subieron a una micro, y aún no dejaban de reír, de a poco Mangualy se alejó del grupo y colapso cuando Víctor tomó un boleto del suelo y le dijo que fuera donde el chofer a pagarlo, aquí Mangualy se enojó y se hizo el dormido todo el camino.
Una vez terminado el viaje, bajaron de la micro y Mangualy disimuló tratando de mostrar que no estaba enojado y ante una broma de Víctor, respondió con una fuerte patada la cual provocó que su chala se rompiera y quedara totalmente inutilizable.
Como era tarde la única opción para poder llegar a sus casas era caminar, fue así como emprendieron el viaje de vuelta, Mangualy optó por sacarse la otra chala y hacer su viaje a “pata pela”, una vez en su casa vio que sus pies no daban más y al otro día estaban llenos de ampollas y callos, casi igual que sus manos (nunca tanto)