miércoles, diciembre 27, 2006

La nueva confesión de MAngualy: XXX

Todo parecía perfecto, era un fin de semana largo, con mi novia de ese entonces habíamos logrado coordinar perfectamente las mentiras para no tener problemas en su salida. Sería un fin de semana largo, desde el jueves hasta el lunes, y nos íbamos para la laguna, iba charly, blu y bueno. Obviamente ellos iban sin mina, no tenían mi personalidad, sé que siempre la han envidiado, por eso muchas veces hablan cosas de mí y me pelan, sólo lo hacen para bajarme el perfil, pero no lo logran, yo siempre tengo una pareja sexual y eso es lo que realmente importa.
Volviendo a lo que estaba contando, nos juntamos en la estación, eran cerca de las 3 de la tarde del jueves, estábamos todos, incluyendo mi novia, pero cuando revisé mi billetera, comprobé que los condones se me habían quedado en la casa, me sentí morir, les dije que me esperaran y fui corriendo en busca de una farmacia, compre 10 cajas, pues eran cuatro días de sexo. Volví, nos subimos al bus y camino a la laguna.
Una vez allá comenzamos a tomar unos combinados y todo bien, hicimos la típica fogata y estuvo entretenido, pero yo no podía distraerme, sólo veía a mi novia empelota pidiéndome más y sólo quería que llegará la hora de ir a acostarnos.
Charly, bueno y blu, empezaron a hostigar para ir a la disco, trío de loser’s, yo no estaba ni ahí con ir para allá total ahí en la casa tenía todo lo que necesitaba, invente cualquier excusa y ellos se fueron sin mí, plan perfecto, estaba sólo con ella.
Nos fuimos directo a la pieza y para mí ella ya estaba desnuda, cerramos la puerta y a la cama, ¡Como sonaba esa cama! ¡Como se movían las paredes! Estuvimos como animales y yo era una maquina, no me iba jamás y ella ya iba como en la décima.
Estaba súper tranquilo, ponía mis dos manos en la nuca y otra vez con el movimiento, cuando de ultra tumba sentí una voz que me dijo: “Mangua mi amor, vamonos juntos por favor” y yo “puta la wea” me decía a mí mismo.
Para hacerla feliz, accedí y seguí como animal en esto, luego de 58 minutos (cronometrados) llegó el momento de gloria, y fue impresionante liberé todo mi power concentrado (no confundir con acumulado) y ella tenía una expresión tan calida, de felicidad, de euforia, su sonrisa reflejaba como era su estadía en el paraíso.
Me levanté y cuando miré a mangualito júnior me encontré con algo extraño, algo así como una flor, tenía pétalos, siempre los he tenido, pero estos eran anexos, transparentes no de colores como los míos naturales y cuando comprobé mejor, el condón se había roto en mil pedazos y yo pa la cagá, que hago me preguntaba una y otra vez, pobrecita mi niña cuando sepa esto, que le voy a decir, me cuestionaba una y otra vez.
Ella seguía con su cara de satisfacción plena, sus ojos iluminados como nunca y de pronto me habló, ya estaba en este mundo, es decir “ya había vuelto en si” me miró y vio lo que les acabo de contar y me dijo “weon, ¿qué es eso?” con un tono asustado, respondí: “pucha mi amorcito, je, eh, se me rompió el condón, je” a lo que ella atacó: “pero weon, te dije que no ocuparay esas cagas que vay a pedir al consultorio” me enojé un poco, pues no me los habían regalado, los había comprado con mi plata y le dije :“pero si te dije que estas cosas no se podían morder”.
Fui por un calendario y comenzamos a sacar cuentas, luego de contar más de 13 veces, comprobamos que al parecer todo estaba bien y no habría ningún problema, me volvió el alma al cuerpo y me acosté nuevamente al lado de ella, estaba un poco sentida, quizás aún asustada, concretamente creo que recordaba ese momento de placer máximo al que fui capaz de llevarla. Me puse cariñoso otra vez, pero me dijo que mejor no y yo, “¿Pero cómo? Estamos solos mi niña” y no la pude sacar de esta postura, a los 10 minutos se quedó dormida y ahí quede tirado, con más ganas que nunca, pero no me quedó más que quedarme dormido.
En la madrugada llegaron charly, blu y bueno, súper eufóricos, quizás les fue bien en la disco, aunque lo más seguro es que no, son unos perdedores al cubo.
Al día siguiente ella no me hablaba tanto, en la noche se repitió la rutina de la fogata y después se le ocurrió ir a la disco, volvimos a la casa cerca de las 5 de la mañana y acusó sueño así que otra vez se quedó dormida, el sábado fue el dolor de cabeza y el domingo el dolor de estomago. Mientras ella dormía, yo inflamaba y golpeaba los condones, saltaba en calzoncillos sobre la cama para meter bulla y que mis amigos creyeran que estaba haciendo todas las performances que he inventado en mi trayectoria de artista corporal plástico.
El lunes era el día de volver, estuvimos media hora solos y ella recuperó lo cariñosa (fogosa) le dije que no tenía condones y se enojó, dijo que no, y yo, que se vaya a la chucha. El fin de semana que pintaba para quedar totalmente liberado y liviano, no cumplió las espectativas, me sentía igual picado y herido en lo más profundo de mi ser, así que en santiago tuvimos una conversación y le dije que termináramos, yo no podía estar con alguien así que no me acompañará en mis calenturas.
El balance de la relación no fue tan pésimo, aún no puedo olvidar su cara de satisfacción de ese momento, cuando parecía no estar acá, flotaba y vagaba por la perfección (todo gracias a mí).

Ahora que estamos en época de fin de año, lo único que le pedí al viejo pascuero fue una mina ninfomana que me acompañé a todas, ojalá él no se haya suicidado y cumpla con este deseo tan intrínseco y verdadero que he llevado toda mi vida.

Adiós, feliz navidad y muy buen año nuevo, ojalá tengan tantas noches buenas como yo.

Mangualy