HISTORIAS DE LOVE PARADE

CAPITULO I
"PERDONE SEÑOR CARABINERO"




Luego de haber bailado desenfrenadamente al ritmo de la música electrónica en el "Love Parade", Charly y Mangualy fueron a refrescar su garganta tomando una fría cerveza, además este acto les serviría para espera a su amigo Víctor que les había dicho que llegaría un poco mas tarde, pues debía comprar zapatos (MULA).
Mojados completamente (debido al sudor corporal por estar cerca de tantas minas sumado a toda el agua que les lanzaron en el Love Parade) comenzaron a beber su cerveza, lo cual les provocó una sensación de frió, por lo que decidieron salir al sol y beber la cerveza en la vía publica, llenaron sus vasos, salieron y se sentaron a beber. Como siempre Charly fue el primero en terminar de beber "soy una maquina", Mangualy bebía lentamente y pensaba en que dirían sus "suegros y Benito Baranda" si lo vieran ahí, cuando de pronto se acercó un señor vestido de verde y con cara de "rehueon",inicialmente Mangualy pensó que era un transexual que le había tocado el poto afuera del Crown Plaza, pero en realidad era un carabinero, Charly comenzó a sudar y a tiritar igual como cuando esta con la Isidora, pero para Mangualy esto parecía algo normal. El señor carabinero miró y les dijo que botaran el vaso de cerveza, Charly desesperado le decía a Mangualy que lo votara enseguida, pero Mangualy no quería y argumentó que aún tenía ganas de tomar, ante esta negativa el carabinero dijo que entonces se lo llevaría preso y Mangualy preguntó astutamente:
"¿y por qué poh? ¿Acaso es ilegal tomar en la vía publica?", ante lo que el carabinero dijo: "Si señor, según el articulo 23 inciso 14 de nuestra hermosa constitución redactada el año 19...Bla bla bla", Charly desesperadamente seguía repitiendo:"rehueon ,vótalo, vótalo rehueon, despabila rehueon ahueonao".
Finalmente llegaron a un acuerdo y terminaron de beber la cerveza dentro del lugar donde la habían comprado, salvándose de una visita al calabozo que no contaran por segunda vez. Luego fueron a buscar a Víctor. Mientras caminaban, Mangualy saludaba a cuanta mina se cruzara por delante, fueran estas oriundas de Salvajistan o Camboya y ofrecía a diestra y siniestra enseñarles el paso estrella de la jornada: "El paso del espermio".